Me encuentro en el pasillo nuevamente, el dolor de cabeza se hace casi insoportable, la mano, bueno la mano ya no la siento. Lo que si siento es una especie de sopor frÃo y ardiente a la vez, siento que mis pasos son lentos y mi mente se empieza a nublar, poco a poco empiezo a ver nieblas donde antes estaba un pasillo, cierro los ojos un segundo, solo un segundo y los abro lentamente, al abrir mis ojos mi oÃdo se agudizo y sentà un crujido en el piso, mire hacÃa abajo y me encontré con unos huesos secos los que se rompieron con mi pisar, debo estar en una horrible pesadilla de nuevo pensé, ¿desperté? ¿en algún puto momento despertare? mi mente se aclaro y los huesos ya no estaban, el pasillo cada vez me parecÃa más enorme, pero al menos ahora ya no habÃan huesos, hasta que la mente se me nublo nuevamente y al abrirlos de nuevo sentà crujidos, esta vez no eran unos simples huesos, todo el pasillo estaba inundado de muerte, en el piso habÃan huesos secos y cadáveres descompuestos de perros y gatos, el olor era nauseabundo, mi estomago se habÃa transformado en un volcán listo para hacer erupción, sentÃa el asco, ese asco a la putrefacción, ese rechazo al olor de la carne ausente de vida. Con mi mirada buscaba entre los cráneos rotos y los gusanos que emergÃan de ellos alguna similitud con Mia, para mi fortuna Mia no estaba allÃ, pero sentÃa su maullido en mi departamento, faltaba poco, solo debÃa contener mis vÃsceras y avanzar en ese inmundo pasillo. Tal vez si cerraba los ojos podrÃa avanzar más rápido, por cada metro avanzado aparecÃan 10 kilómetros, este lugar se sentÃa eterno y mi vista se nublaba, más los cadáveres seguÃan allÃ, en cada paso que daba sentÃa el crujir de lo huesos o vÃsceras aplastadas por mis zapatos, ya no podÃa más, en cualquier momento caerÃa de nuevo, en mi subconsciente pensaba tal vez serÃa lo mejor, muere de una vez, que todo se acabe porque ni siquiera se que hora es, ni siquiera se que pasa, cuando la locura me abordaba nuevamente, recordé la carita de Mia, escuche su desesperado maullido desde mi departamento y en ese momento supe que debÃa sacarla si o si de esto, saldrÃamos juntos de esta y cuando todo esto acabará mi vida iba a mejorar, al carajo el trabajo de mierda, al carajo los sueños frustrados, ahora iba a vivir y me iba a largar de ese puto edificio, si esta era la realidad o una pesadilla iba a escapar igual y todo iba a mejorar, con fe en mi mente avance a paso firme con los ojos cerrados repitiendo esto no es real y llegue hasta el picaporte de la puerta...Estaba contento iba a sacar a Mia de mi apartamento porque ahora si que estaba seguro de que estaba allÃ, la sentÃa llamar, pero cuando con los ojos cerrados abrà la puerta me encontré de nuevo en la escalera de emergencia, comencé a reÃr, me desespere y golpee la cabeza contra el muro, estaba fuera de mis cabales gritando y riendo. Un leve corte se abrió en mi frente y un chorro de sangre invadió mi rostro, intente recuperar la cordura y vomite, el olor a muerte -real o imaginaria- seguÃa presente en mi, vomitaba y lloraba creando junto a mi sangre un delicioso cocktail de fluidos corporales, cuando la serenidad parecÃa regresar a mi ser una mano toco mi espalda, dos segundos o incluso menos duro mi pensamiento de que podÃa ser ayuda o el conserje, para luego darme cuenta que era la puta rubia, ella estaba de regreso y me ofreció un abrazo de consuelo, el cual acepte, mientras la abrazaba sentà su frÃo, esa rubia era cualquier cosa menos humana, sin que ese ente se diera cuenta con mi mano buena tome la pequeña hacha para incendios que estaba apoyada en una de las murallas del pasillo y sin pensarlo dos veces le puse un hachazo entre medio de los ojos, mientras gritaba "Maldita puta por tu culpa estoy aquÃ, por tu culpa me estoy volviendo loco, tu no existes" tuve tiempo de gritar todo eso porque me ensañe, reconozco que le clave el hacha más de una vez, estuve apunto de sentir culpa y arrepentirme de todo cuando el demonio se levanto y las vÃboras empezaron a salir de su boca tal como en mi sueño, el terror se apodero de mi y corrà por el pasillo con el hacha en mano, lo que te dicen las madres que no hagas. estaba el pasillo no tenÃa animales muertos, todo eso se habÃa desaparecido o simplemente no estaba preocupado de nada más que escapar, aunque no sabÃa si la puta demonÃaca me perseguÃa, finalmente pude llegar departamento, bloquee la puerta con un sillón y me arme con el hacha esperando cualquier cosa, pasaban los segundos y no sentÃa golpeteos ni nada, solo un cansancio abrumador y un mareo terrible, no es hora de desmayarme me repetÃa una y otra vez, escuchaba a Mia maullar desde el baño, me arme de fuerzas y pese a que caà al suelo estaba dispuesto a arrastrarme para llegar por mi amada Mia, pero todo se fue a negro y desfallecà otra vez.
Mientras estaba en el piso, estaba consciente de mi ubicación y escuchaba a Mia, mi cuerpo estaba allà y mi mente no, tuve un sueño, esa clase de sueños que tienes cuando dejas la tv encendida, ese donde se mezclan sonidos de la realidad con la ficción, En mi sueño Mia maullaba una y otra vez porque querÃa que llenará su plato, lo que hice en un interminable bucle, pero la gata seguÃa con el maullido y no paraba, lo que al principió parecÃa una calma temporal, se convirtió en otra escena de la pesadilla. QuerÃa y deseaba despertar ¿podrÃa? y ¿para qué?.
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